
Hoy ha vuelto a rondar mi cabeza el tema de la igualdad de oportunidades educativas para todos los españoles. Mucho han cambiado las cosas desde que pude acercarme al mundo de los estudiantes a través de una beca, un mundo que nos estaba vedado a la mayoría y al que solo se podía acceder, si no eras de las familias pudientes, a través de una beca o a través del seminario. No había institutos en los pueblos, así que cuando acababas la escuela, te colocabas de aprendiz e iniciabas tu vida laboral con apenas nueve años. Hoy no. Afortunadamente las cosas han cambiado y todos los pueblos cuentan con institutos donde hacer la Secundaria y el Bachillerato. Otra cosa es el acceso a la vida universitaria.
De todas formas, cuando analizo las estadísticas, veo que la igualdad de oportunidades es más un deseo que una realidad. Las oportunidades educativas de los chavales empiezan a decantarse antes de que pisen la escuela. Tres de cada cuatro hijos de personas con estudios superiores alcanzan en España ese mismo nivel de formación, mientras que en aquellos cuyos padres no terminaron la ESO, el porcentaje se reduce a un 30%. Digamos que todos tenemos igualdad de oportunidades, pero no igualdad de posibilidades. No tienen las mismas posibilidades los chavales en cuyas casas apenas hay libros ni cuentan con el apoyo necesario a sus dificultades que los que si lo tienen. Y en este sentido la escuela pública se está viendo desbordada por falta de profesionales y de recursos. La escuela publica acoge a tres de cada cuatro alumnos con necesidades de apoyo educativo. Y esta desigualdad sigue creciendo. Entre los que presentan dificultades de aprendizaje (dislexia, TDHA, discalculia, apraxia del habla…), los que llegan de otros países y desconocen el idioma y los chavales en vulnerabilidad económica, la situación de los que necesitan apoyo ha crecido un 75%, mientras los recursos apenas han crecido en un 30%. Urge, por tanto, bajar las ratios y aumentar el número de profesionales con más recursos.
Precisamente por eso, no entiendo que el presidente de la Junta de Andalucía se jacte de habernos ahorrado a los andaluces 1000 millones de euros en impuestos. ¿Cuántos profesores de refuerzo para bajar las ratio se pueden contratar con 1000 millones de euros? ¿Cuántas becas se pueden otorgar a esos jóvenes que no encuentran alojamiento para seguir sus estudios? ¿Cuántas partidas presupuestarias se pueden ejecutar para aliviar la Universidad Pública? No, decididamente, no lo entiendo.
Paco Cervera. Profesor de Historia y presidente de Marbella Activa.


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