
Acabo de leer el libro sobre la Desbandá (la Huía, como dice el pueblo) que ha publicado la Universidad de Málaga y de nuevo acabo sobrecogido. ¿Cómo es posible descargar tanta violencia bélica (bombardeos aéreos y fuego de artillería desde buques y tanques) sobre una población que huye aterrorizada, cargada con sus pobres enseres? ¿Qué crimen habían cometido aquellas mujeres que daban a luz en las cunetas, aquellos niños hambrientos que morían de frío o aquellos ancianos que, ya sin fuerzas, se tendían en el camino a despedirse de la vida? ¿Cómo es posible dar una orden así y comulgar al día siguiente? ¿Cómo esposible ser el brazo ejecutor de una orden así y no sentir asco de uno mismo? Ha sido la más terrible evacuación de una ciudad que hayan visto nuestros tiempos y debe permanecer en nuestros corazones como un alegato frente a cualquier guerra. Por eso quiero agradecer aquí el trabajo callado y metódico de Lucía Prieto Borrego para hacer posible que no se perdiera esta historia ni pudieran tergiversarla los especialistas en limpiarse las manos negándolo todo. Los hechos son los que son y documentados están. Que cada palo aguante su vela. Gracias, Lucía.
Paco Cervera. Profesor de historia y presidente de Marbella Activa.
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