La historia se suele representar como un compendio de grandes acontecimientos e ilustres protagonistas que le dan oficialidad a la misma. Pero, ¿Qué ocurre con todas esas otras historias de vida desconocidas e invisibles que, a la sombra de la historia, la complementan? Hablamos de la intrahistoria, de la vida tradicional que, como un decorado, reviste la gran obra. La que nos permite reconocernos como pueblo, para no olvidar las raíces de dónde provenimos. La historia de las pequeñas cosas, de los oficios que trabajaban en Sierra Blanca, cultivando sus fértiles faldas, extrayendo su mineral o recogiendo los frutos del mar tirando del copo. La que nos cuenta cómo aprendíamos, el hogar de entonces, cómo nos ganábamos la vida, las relaciones personales o de pareja o con qué jugábamos.
Desde nuestra asociación llevamos ya un tiempo trabajando en el proyecto etnográfico, con los medios limitados que tenemos, para intentar captar los elementos que componían la esencia marbellera, a través de una generación clave, que vivió un momento particular, el antes y después de ese fenómeno que supuso el turismo.
Para captar ese conocimiento hemos recurrido a entrevistas personales con los protagonistas que vivieron todas esas Marbellas. En esta entrevista de hoy, tenemos la suerte de hablar con José González Aranda, apodado el «Gatito». Nació en el año 1931, en la calle Bermeja del barrio de Leganitos. Y allí sigue viviendo. Su vida ha estado ligada al mar y a la mina. Disfruta de una salud envidiable a sus 85 años, pese a haber compaginado ese doble trabajo durante mucho tiempo. Aquí os dejamos este valioso testimonio compuesto de los dos primeros capítulos de un total de siete capítulos que forman la entrevista: el «Gatito» y la casa y los primeros recuerdos.
¡Qué lo disfrutéis!
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