Hay otros mundos pero están en este. Esta frase pertenece al poeta francés Eugène Grindel, más conocido por Paul Éluard .
La ciudad estaba en proceso de despertarse y la luz de la mañana se desparramaba suave sobre el paisaje urbano cuando un grupo de ciudadanos nos reuníamos para que lo invisible se mostrara ante nosotros.
Ese otro mundo es la biodiversidad urbana, desconocida para muchos de los presentes. Componentes de SEO-Málaga, Marbella Activa y Marbellaxsusárboles se iban a encargar de enseñarnos como estamos rodeados de una multitud de vida, mucha de ella no visible a nuestros ojos pero sí al oído experimentado de nuestros expertos. Era el caso del del minúsculo reyezuelo listado, el ave más pequeña de Europa y casi extinguida en el Reino Unido, la cual se dejó escuchar entre la inmensa copa de un ficus en el parque de la Constitución para felicidad nuestra y de los amantes de las aves.
No es casualidad, según un investigador, que el espacio urbano acapare un 20% de las especies aviares. Sólo en Marbella podemos observar más de 200 especies, más allá de los típicos gorriones, gaviotas o palomas. Sus aliados perfectos los árboles, que les ayudan a reposar en sus largas migraciones, les sirven de refugio, para descansar o nidificar. A cambio les ayudan a eliminar insectos y plagas, entre otros beneficios para ellos y nosotros los humanos.
Un delicioso paseo didáctico el que hoy hemos disfrutado por nuestra naturaleza urbana para ver como la ciudad alberga universos paralelos, más cercanos y bellos de lo que nos podamos imaginar.
Gracias a Carmen Cruz, Juan Caracuel y Antonio Figueredo por ponerlos al alcance de nuestros sentidos, algo entumecidos de la vorágine urbana.
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