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Empezamos esta serie de entrevistas a nuestra gente con Salvador Morero. Y no por casualidad. Él pertenece a esa generación que vivió las dos Marbellas: la que se ganaba la vida sobre todo con la agricultura, la pesca y el pequeño comercio; y la otra, la del turismo, la de ese dios pagano que hizo que todo duplicase su valor y lo volviese a duplicar como por arte de magia. Él pertenece a esta generación, pero además fue pionero en el estudio de idiomas, vehículo fundamental para progresar en la nueva Marbella. Él pilotó la primera oficina de turismo de esta ciudad y a él acudían desde todas partes para utilizar sus dotes de traductor, desde los juzgados a los visitantes que querían hacer buenos tratos o simplemente entenderse.
Salvador nació en la colonia del Ángel en el año 1931 donde estuvo hasta cumplir los 16 años. Su padre había estado trabajando en la mina del Peñoncillo, pero cambió de trabajo y se fue a la colonia. Allí aprendió lo que pudo con doña Ramona que le cobraba una perra gorda por enseñar lo que sabía. Entonces con saber leer y las cuatro reglas, se era maestro. En sus recuerdos infantiles se mezclan las obras de teatro en el campo, los juegos con el carburo y el tirachinas, en lo que era un auténtico maestro, y la instrucción militar que hacían los chiquillos que querían con un guardia civil. Cuando tenía 10-11 años comenzó a venir a la escuela a Marbella con don José Rivera en la calle Apartada. Venía cuando podía, unas veces andando y otras en carro, hasta que pudo convencer a su padre para que le comprara una bicicleta.
De allí se vino en el 1947 porque murió su hermano cuando tenía 17 años y sus padres no quisieron seguir más allí. Se vino a la casa que tenían en la calle Chorrón. Su madre puso una tiendecilla, de aquellas tiendas en las que se vendía de todo: desde alpargatas a patatas, huevos, tomates…Su padre puso una carnicería en la plaza de los Naranjos y él ayudaba en la tienda y la carnicería.
Entonces empezó a estudiar francés e inglés con don José Rivera.Lo hacían con una francesa casada con un catalán, que eran vegetarianos y que tenían una finquita por las Albarizas. Además utilizaba el método Assimil con discos.
Cuando vino de la mili, solicitó la plaza de turismo. Le hizo un examen en Málaga el delegado de turismo. Él pilotó la primera Oficina de Turismo del ayuntamiento de Marbella que estaba en la Alameda. A la vez le hicieron delegado de espectáculos. Entonces había que poner un sello en el folleto de las películas que traían los dueños del cine de aquí y de Ojén para autorizar la película. Él podía parar una proyección si había algo inconveniente (un beso más largo de lo normal…). Allí estuvo del año 1956 al 1960, ganando 850 ptas. mensuales.
Cuando derribaron la oficina, le cesaron. Entonces puso la primera agencia de viajes, una sucursal de una agencia de Granada y luego otra sucursal de Torremolinos. Después llevó a cabo con un amigo otras incursiones en el mundo empresarial: un Rent a car (Jiménez-Morero), un taxi…pero, después de algunos problemas con la empresa, decidió abandonar todo aquello y, aprovechando que el Marbella Club cambiaba de dirección, se fue a trabajar allí. Le aseguraban un sueldo de 4.500 pesetas. Allí entró en 1960 y estuvo 31 años trabajando.
Este es un pequeño resumen de lo que cuenta en la entrevista. En breve os pondremos el texto completo de la entrevista que os aconsejamos por su riqueza en detalles y anécdotas.
Muchísimas gracias por este interesante Museo Etnográfico. Y especialmente por encabezarlo con la entrevista a Salvador Morero, un resumen que es aún más detallado y emotivo que la entrevista.
By: Pilar Morero